viernes, 30 de mayo de 2014

Tango azul

La ficción y la realidad eran exactamente lo mismo.

J.M BARRIE

Tango azul


En una ocasión, la policía me tiroteó.

La historia tiene su punto. Te la cuento:


nos ligaron en un coche robado,

nos cercaron,

nos mandaron bajarnos del buga

y apoyar las manos en el maletero para

cachearnos,

esposarnos,

llevarnos a comisaría. Era viernes.

El sábado tenía pensado estrenar ropa

para ir a la discoteca, todo maqueado,

a vacilar con las chorbitas. No lo pensé

dos veces, me di la vuelta y salí por pies.

La esquina de la salvación estaba cerca.

Uno de los maderos dijo, gritó:


¡Quieto ahí, hijo de puta, o te mato!


Me disparó.

Me disparó a menos de 5 metros de distancia

y falló. Escapé. Estrené mi ropa nueva. Vacilé.


Pero lo importante de esta historia no es esto.

Lo importante es lo que yo siempre digo:


debería haber acertado,

debería haberme matado en ese mismo instante,

cuando no le tenía miedo a la muerte,

cuando todavía era

feliz.


David González
Tango azul (2005)

Manifestar (apuntes)

Manifestar (apuntes)

Manifestar significar con palabras no se podría
pero con aullidos sí
y también con pancartas, o canciones;
.
Vinieron para rehacer el mundo
y, manifestando, se declararon a la altura
La fuerza está en la virilidad, como en otros tiempos
Pero la amabilidad se ha perdido
.
Cualquier cosa que se manifieste
lo único que se manifiesta es la fuerza
aunque sólo sea la fuerza de los destinados a la derrata
.
Todo lo que no se puede significar con palabras
no es más que pura y simple fuerza-
¡Pero cuánta inocencia en no saber esto!
¡Qué jóvenes hay que ser para creerlo!
.
Ya se que la libertad es incompatible con el hombre
y el hombre, en realidad, no la quiere, intuyendo que no es para él,
¡cuántas obligaciones me he inventado envejeciendo
para no ser libre!
De acuerdo, pero los más ingenuos, los más inexpertos, los más simples,
los más jóvenes, aún se inventan más obligaciones de éstas,
es más, al venir al mundo lo primero que hacen es adaptarse a ello;
triunfalmente;
haciendo creer a sí mismos y a los demás
que se trata de obligaciones necesarias a una nueva libertad.
La realidad es que un muchacho venido aquí de la nada, y totalmente nuevo,
se las ingenia enseguida para defenderse de la verdadera libertad
Es, sobre todo, un muchacho que conoce y acepta los deberes;
y manifiesta la fuerza de su aceptación,
maravillosa adulación del mundo.
.
La gracia renace siempre a través de la obediencia
y puede que, puede que…
¡Obedecer a los deberes de la revolución! ¡Manifestando!
.
Por densa que sea la trama de los deberes de un anciano
algo en ella se ha desgarrado
y yo, en efecto, vislumbro la intolerable faz de la libertad;
no teniendo ya ni gracia ni fuerza,
intenté entonces defenderme sonriendo, como precisamente
los viejos, que se las saben todas -
Pero la libertad es más fuerte: aunque sea por un rato
quiere ser vivida -
.
Es un valor que destruye cualquier otro valor
pues todo valor no es más que una defensa
erigida contra ella;
.
y los valores, precisamente, son sentidos sobre todo por los simples;
por los jóvenes
(sólo en ellos, precisamente, la obediencia es gracia);
.
Es en ellos en quienes los Jefes cuentan para seguir adelante,
con sus limpias, inocentes filas -
Sencillez y juventud, formas de la naturaleza,
en vosotras la libertad es renegada
.
a través de una serie infinita de deberes,
limpios, inocentes deberes, a los que, manifestando
se grita con aire amenazador obediencia
que los sencillos y los jóvenes son fuertes
y aún no saben que no pueden tolerar la libertad.

Pier Paolo Pasolini
19 de abril de 1970
(Abril, dulce dormir)

Al príncipe

Al príncipe
Si regresa el sol, si cae la tarde,
si la noche tiene un sabor de noches futuras,
si una siesta de lluvia parece regresar
de tiempos demasiado amados y jamás poseídos del todo,
ya no encuentro felicidad ni en gozar ni en sufrir por ello:
ya no siento delante de mí toda la vida...
Para ser poetas, hay que tener mucho tiempo:
horas y horas de soledad son el único modo
para que se forme algo, que es fuerza, abandono,
vicio, libertad, para dar estilo al caos.
Yo, ahora, tengo poco tiempo: por culpa de la muerte
que se viene encima, en el ocaso de la juventud.
Pero por culpa también de este nuestro mundo humano
que quita el pan a los pobres, y a los poetas la paz.

Pier Paolo Pasolini
De "La religión de mi tiempo" 1961
Versión de Delfina Muschietti


Pasolini y la religión de su tiempo

Es triste que, a día de hoy, la figura del cineasta, escritor y poeta Pier Paolo Pasolini (1922-1975) apenas haya trascendido de una manera contundente en la escritura y pensamiento contemporáneos. Aunque he de decir que mis conocimientos acerca de su obra son más bien limitados, sí puedo decir rotundamente que Pier Paolo Pasolini es una representación sin igual del héroe desgarrado contemporáneo, un hombre incomprendido que busca el amor en un siglo XXI lleno de contradicciones.
Comprometido hasta el final con los más desfavorecidos de la tierra. Defensor sin igual de los desposeídos de un sistema que olvida a sus numerosas víctimas con una velocidad despreciable.
Pasolini nació en la Italia de 1922, en la ciudad de Bolonia, hijo de una humilde ama de casa y de un militar fascista, violento y alcohólico. La infancia y juventud del joven poeta quedará duramente marcada por el maltrato de su padre a su madre, el asesinato de su hermano mayor Guido (partisano antifascista combatiente contra el Gobierno de Mussolini) y sus primeras experiencias con la escritura. Todo ello conformará los rasgos que le caracterizarán en sus posteriores andanzas: transgresor con el arte, comprometido con los más pobres (de ahí su fuerte militancia comunista, incluso después de ser expulsado del Partido Comunista Italiano por ser homosexual), firme en la búsqueda de la verdad (de ahí las calumnias hacia su persona acusándole de pederasta o enfermo) e implacable con el viejo fascismo (al que logra retratar en la horrenda película Salò o los ciento veinte días del Sodoma) y la era de la globalización que vislumbra, y que no deja de ser un nuevo fascismo más sofisticado y cruel.
Pasolini murió asesinado en 1975, apaleado como si fuera un perro sarnoso, en unas circunstancias que no se han podido (o tal vez querido) aclarar hasta hoy. El fascismo acabó matando al cantor de la vida, al defensor de los pobres, al poeta y al hombre, y lo condenó injustamente al ostracismo de la nueva era. 
Pero no lograron matar a su mensaje, a su vida y su sentido, y no lo lograrán mientras aún existan hombres buenos que atrevan a levantarse contra la injusticia. 
De las palabras de Pasolini yo me quedo con unas declaraciones sobre la violencia, que suponen desde mi perspectiva la culminación de un pensamiento que no cae en la brutalidad e irracionalidad, sino que aboga por la educación, la bondad humana y el arte como vehículos de transformación del mundo:

“En toda mi vida jamás he ejercido una acción violenta, ni física, ni moral. No porque yo soy un fanático de la no-violencia. La cual, si es una forma de autocostricción ideológica, también es violencia. Nunca he ejercido en mi vida violencia alguna, ni física ni moral, simplemente porque he confiado en mi naturaleza, es decir en mi cultura...”


lunes, 26 de mayo de 2014

Génesis

"La tierra era algo informe y vacío, las tinieblas cubrían el abismo, y el soplo de Dios se aleteaba sobre las aguas." Génesis 1:2

Inicio esta nueva andadura en el mundo digital como principal defensor de una sociedad ilimitada, sincera, libre y justa. Una sociedad que no existe. 
Pero como el mundo no está hecho y la literatura es para los débiles y los genios, me veo obligado (¿por necesidad vital?) a compartir estas palabras, estos versos, con aquellos que quieran escucharlos. 
Mi intención se amplifica en dos dimensiones: en primer lugar, mostrar mis infructíferos trabajos como poeta y escritor de calidad insalubre y hacerlos míos en cierto aspecto no tan creíble como me gustaría. 
 Por otra parte, difundir a los poetas, narradores, pensadores, proxenetas y dramaturgos que mi mente y corazón ingenuo descubre como los maestros de esta maravillosa creación literaria que hace soportable el mundo. En palabras de Gustave Flaubert, "La única forma de soportar la existencia es aturdirse en la literatura como en una orgía perpetua." 
 No sé si seré capaz de satisfacer estos dos objetivos de manera coherente y continuada. Solo deseo gratificarme tanto a mí mismo como al desventurado lector que llegue a este espacio literario. 
Ruego que me deseen suerte, porque la voy a necesitar.
Pablo Vega